
1. ¿En qué consiste la Terapia breve centrada en soluciones?
La terapia breve centrada en soluciones es un modelo de terapia que busca solucionar los problemas de una manera más
rápida, eficiente y menos dolorosa. Su aproximación a la persona es
sistémica, es decir, no se trata al paciente y a su problema de forma aislada, sino dentro de su contexto actual y de sus interrelaciones. Convirtiendo el proceso de terapia en un tratamiento más
amplio, profundo y estratégico, donde el psicólogo ayudará a modificar elementos que favorecen que se mantenga el problema. Psicólogo y paciente crearán una sinergia a través de la cual construirán estrategias precisas que beneficien al paciente en la consecución de sus objetivos.
La duración del tratamiento es aproximadamente de 10 sesiones y el planteamiento de las sesiones será la siguiente:
- Identificación clara del problema. Se estructura la dificultad en términos de conductas, interacciones, comunicaciones, sentimientos, cuándo ocurre, con quien, frecuencia, etc.
- Gama de posibles soluciones. Se hace un análisis de los intentos de solución del pasado para comprender aún mejor cómo
es el funcionamiento de la problemática. - Metas y objetivos alcanzables. Los objetivos se estructuran de forma concreta y asequible para mantener la motivación sobre el proceso terapéutico.
- Tratamiento estratégico. Se interviene sobre la lógica del trastorno y se trata de romper el círculo vicioso que mantienen los problemas a través de tareas terapéuticas específicamente diseñadas para que produzcan irremediablemente un cambio. El
cambio se produce a través de la experiencia y no del razonamiento. Realmente esta es la forma más natural de aprender,
experimentando, consiguiendo una rápida resolución de su trastorno o problema consultado. - Una vez consolidado el cambio se realiza un seguimiento al paciente a lo largo del tiempo, dándole una cita a los 3 meses, a los 6 meses y al año.
La terapia breve centrada en soluciones busca por un lado eliminar o reducir los síntomas motivo de consulta, mientras que, por otro, trata de producir un cambio a la hora de percibir el problema, favoreciendo que la persona pase de sufrir a gestionar su realidad.